Una interesante discusión sobre monjes budistas y los efectos
que pudiera tener el DMT (Dimethyltryptamina) en su conciencia se distendió en el sitio
Reddit.
Usuarios de Reddit
indicaron un interesante hilo de discusión, bajo la pregunta “¿Ha fumado
alguna vez un monje [budista] DMT y registrado su experiencia?”, la cual
es una interesante pregunta especialmente si consideramos,
esterotípicamente, que los monjes budistas son generalmente expertos en
llegar a estados elevados de conciencia meditando y el DMT es la droga
psicodélica que más fácil acelera un estado”elevado” de conciencia.
La mejor respuesta en este thread señala con cierto zen:
Aparentemente Terence Mckenna, el gran
promotor histórico del DMT, le dio este poderoso psicodélico endógeno a
un monje budista, quien, según relata Mckenna, le dijo que había visto
un lugar similar en su meditación pero que el DMT era la forma en la que
más lejos se podía ir dentro del Bardo y aún regresar al plano físico.
Aún así era una de las luce menores, una luz ilusoria, la luz
interdimensional del plano entre la muerte y la reencarnación.
Aunque no precisamente un monje, el
filósofo británico Alan Watts estudio teología cristiana y budismo zen
como muy pocas personas en Occidente. Watts fumó DMT al menos una
ocasión. Según Tim Leary:
Alan Watts tiene una
historia de DMT. Tomó la droga como parte de una investigación en
California y planeó demostrar que podía mantener control racional y
fluidez verbal durante la experiencia. El equivalente más cercano sería
intentar una descripción momento a momento mientras uno es disparado de
un cañón atómico con un barril de neón bizantino. El Dr. Watts dio una
descripción llena de asombro y fusión perceptual.
De aquí que luego se cite a Watts
diciendo que el DMT es como “cargar todo el universo en una pistola y
dispararlo en tu cerebro”, una fabulosa descripción que ciertamente
suena las campanas pineales de los psiconautas más avanzados.
Algunas personas hablan del DMT o de la
ayahuasca como una manifestación o una descarga de Kundalini,
etno-tecnología que permite un atajo a las cascadas diamantinas del ojo
de dios. Una práctica budista disciplinada se opondría a esta velocidad
gratuita para elevar la conciencia –sin un piso que la soporte. Y, sin
embargo, quizás para algunas personas la única forma de ponerse en
movimiento es destruyendo el piso de un golpe.
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