
En la segunda parte de esta conversación con David Metcalfe..
hablamos sobre la naturaleza psíquica de los demonios y los diversos
entendimientos de la posesión, desde la Antigüedad, cuando la posesión
era vista como una entrada de lo divino, hasta la actualidad, cuando la
posesión se identifica con lo maligno, lo enfermizo y lo indeseable,
dejando de lado el instinto dionisíaco. Revisamos la relación entre lo
demoníaco y lo divino y las emociones humanas, trazando una cartografía
de espíritus. Para concluir hablamos sobre la labor del artista como
puente entre mundos, o aquel que hace visible o invisible, buscando
reflejar la totalidad intrínseca dentro de la parte. El místico también
es quien decodifica el lenguaje de la naturaleza, quien ve el texto del
mundo, el libro de la vida, detrás de las cosas, el número de oro en las
hojas… desde la Cábala a los fractales y hasta la poesía.
Alejandro: Me gustaría discutir en torno al texto que escribiste sobre el Teatro de la manifestación y el arte de la posesión,
cuya idea principal es crear arte y performance centrados en la idea de
la posesión. En nuestra cultura la posesión tiene asociaciones muy
negativas, de inmediato pensamos en El exorcista y demás
películas, en las que el diablo, el mal o un tipo de enfermedad controla
el cuerpo de una persona. Sin embargo, la posesión no siempre tuvo un
significado tan negativo. El autor italiano Roberto Calasso, en su
estudio de la posesión dentro de la mitología griega y en la cultura de
India, rescata que incluso Aristóteles creía que la manía, un tipo de
locura, es superior a la mesura, ya que la primera lleva a lo divino. La
posesión como manía representaba la entrada de un dios, como sucede en
la Iliada y en la Odisea, los dioses entran en las
personas, en los héroes y al hacerlo se les otorga acceso a ciertas
cualidades divinas. Es interesante poder contrastar estas dictotomía de
la posesión, la primera por dioses o arquetipos, y la segunda en el
pensamiento moderno, por fuerzas ocultas o el diablo.
David: Ioan P. Culianu, un profesor en la Universidad de Chicago, escribió un libro llamado Eros and Magic in the Renaissance,
donde explica que el concepto de la magia, en su significado antiguo,
estaba relacionado con los vínculos, específicamente los vínculos
amorosos, los vínculos de atracción, en este sentido si consideramos que
la posesión es cuando otra persona toma el control de tu cuerpo, a
través de los vínculos permites que otra persona entre a ti. Podemos
aplicar esta interpretación de la posesión al marketing, dejamos que una
imagen tome el control físico de nuestra persona. Entonces cuando
regresamos a la raíz del significado de la posesión, es fácil ver que en
realidad está en todos lados, por ejemplo, las personas que siempre
visten a la moda están poseídas por una imagen. Por esta razón me sentí
atraído al trabajo de FoolishPeople.
Son capaces de conectarse, en diferentes niveles, a esta noción: al
poner una obra en escena, trabajan con los personajes de tal manera que a
lo largo de la producción viven la esencia arquetípica de lo que el
personaje representa, cosa que los ha impactado profundamente. Es como
poner un filtro diferente, entonces dependiendo de la profundidad de la
conciencia, hay momentos de posesión absoluta durante los cuales la
personalidad de un individuo es controlada por un factor externo. Otra
manera de verlo es que nuestras personalidades cambian dependiendo de
con quién estemos. La concepción de una persona y la personalidad que va
con ella está mucho más fragmentada de lo que nos gusta pensar.
A: Rushkoff acaba de dar una conferencia
al respecto en México, en la que habló de que el individuo es un
concepto inventado a partir del Renacimiento. En términos de algunas
corrientes de budismo o de la filosofía de David Hume, sólo
experimentamos percepciones, un flujo de imágenes en la mente, y los
integramos en un solo individuo, pero en realidad existimos en un
vértigo de percepciones e impresiones, es la ilusión del ego de ser un
solo individuo que experimenta el mundo.
D: De hecho, todo esto se relaciona con
el fenómeno psi y con la Santa Muerte porque culturalmente nuestra
perspectiva de las personas tiene muchos fallos, y el concepto del
individuo puede relacionarse directamente con el capitalismo: el
individuo compra el producto y el producto está individualizado. Así
nuestra cultura ha fomentado la existencia del ‘yo’ que no tiene nada
que ver con lo que transcurre en la realidad. Con frecuencia se
malinterpreta el poder de la posesión, tendemos a creer que basta con
rezarle a una deidad —a la Santa Muerte por ejemplo— para obtener
beneficios inmediatos. La mayoría de las personas no puede ni siquiera
lidiar con un fin de semana en el bosque y quieren ponerse en contacto
con aspectos primordiales de la realidad, pero la realidad primordial es
realmente terrorífica: involucra la muerte, el dolor y demás fuerzas.
Apolo, por ejemplo, representa el sol y ¿cuál es el poder del sol? el
fuego nuclear. Entonces no estás contactando a cualquier figurilla con
una toga, si realmente están dedicados a comunicarse con él, lo que
buscan es conectarse con su fuego nuclear. Otras tradiciones, por
ejemplo el chamanismo o el budismo, que también exploran el tema de la
posesión, generalmente la consideran un sacrificio, se trata de ofrecer
el cuerpo para que este sea consumido. Por otro lado, los cristianos que
van a la iglesia todos los domingos y reciben la comunión están
consumiendo el cuerpo de Cristo con el fin de ser poseídos por él. En
este sentido creo que el lenguaje ha causado las interpretaciones
erróneas en torno a la psi, ya que se asocia con la idea de lo
paranormal y la magia. De la misma manera se ha tergiversado la posesión
al crear un falso sentido del yo que cambia el significado del
fenómeno.
A: Quizá una de las ideas centrales de
la posesión, del chamanismo y de otras religiones es el sacrificio.
Contactar a las fuerzas de la naturaleza, a través del sacrificio, es un
acto que busca establecer una conexión con los flujos primordiales, los
ritmos del universo. ¿Es la posesión una forma de cultivar una
consciencia diferente? Existen diferentes tipos de posesión, por
ejemplo, durante el sexo podemos ser poseídos. Puede ser que una
corriente pornográfica nos controle, que reproduzcamos estas imágenes
culturales como el dominio masculino, o tal vez, podamos tener sexo
tántrico o la magia sexual de Aleister Crowley, o quizá podamos acceder
directamente a la energía del amor. Éstos son los portales de la
posesión.
D: Además de estos tipos de posesión,
podemos ver que en la antigua percepción del mundo existían tres tipos
de realidades (en un esquema básico): la realidad mental, la física y la
celestial, y éstas constituían el universo experimental, sin embargo,
sólo eran herramientas. Para sacrificarse debían tener un entendimiento
muy claro de su persona y del mundo, sólo así se podría concretar el
concepto de la realidad habitual.

Regresando
a lo de la posesión y los demonios, mencionaste a Crowley, ahí tienes
los trabajos de Abramelin: al final de estos trabajos mágicos el adepto
logra tomar control de todos estos demonios y hacer que se inclinen ante
él… Cuando piensas en qué son en realidad los demonios en la cultura
tradicional, me gusta remitirme a la idea sufi de los demonios: Nass,
que son las emociones. Existe un sentido de que estas cosas son un parte
intrínseca de la realidad y la idea de estos príncipes demónicos
inclinándose al adepto tiene que ver con que el adepto ha logrado
conquistar las cosas a las que los demonios acceden, esas emociones o
esos hábitos no procesados.
A: Inclusive Crowley llegó a decir que
no importaba si los espíritus que conjuraba eran sólo parte de su mente o
si eran autónomos. Es decir, estos entes son parte de nuestra
psicogeografía, de nuestra mente y mundo. Regresando a lo que dijiste
sobre las emociones, podríamos crear un especie de cartografía
espiritual-emocional y relacionarlas entre sí. Sucede lo mismo en la
mitología griega, los dioses estaban ligados a emociones particulares.
De alguna manera eso también nos regresa a la noción de mente-cuerpo, lo
externo y lo interno: los dioses existen fuera de nosotros pero también
adentro, al igual que la rueda de las estrellas.
D: El punto de vista escéptico realmente
ignora la majestuosidad del ser humano, al contrario, uno de primeros
aspectos que se exploran en la tradición budista es la belleza de haber
nacido humano, porque nos presenta con la oportunidad de ir más allá. En
nuestra cultura generalmente nos enfocamos en la degradación de la
humanidad y rechazamos nociones del psiquismo, las cuales nos permiten
tener una relación mucho más profunda con la realidad. Es como si los
escépticos quisieran fomentar esa alienación, cuando dicha alienación no
existe: no estamos separados de la realidad. Regresando a la idea de la
cartografía, quizá uno de los mejores ejemplos de esto es el trabajo de
David Chaim Smith, uno de los pocos practicantes místicos serios de la
actualidad. Él crea hermosos mapas de experiencias gnósticas. Es
increíble poder ver su trabajo y luego comparar ese tipo de experiencias
con lo que la mayoría de las personas asumen que es el misticismo. Es
evidente que Smith opera en otro nivel, uno mucho más íntegro, y crea
diagramas del proceso gnóstico de la reunión y la separación. Durante
este proceso, la separación del yo y del otro desaparece, es como lo que
decías del sexo: el individuo y el todo se unen. Hay maneras de usar el
acto sexual para fomentar ese sentido, para guiarlo. En los diagramas
tántricos se encuentran Shiva o Kali —los polos opuestos de esa
tradición— y al unirse representan la totalidad de la realidad, y es un
estado al que se puede acceder. La idea de poder usar el psiquismo en la
vida diaria es posible si consideramos todo lo anterior. Esto nos
permite tener una perspectiva holística de la realidad, de nuestras
relaciones. Russell Targ alguna vez dijo que la CIA le había pagado para
encontrar a Dios. Sus investigaciones psi, que operaban en un nivel
puramente físico y cosmológico, se enfocaban en encontrar una relación
entre las cosas que colindan con la realidad. Al investigar ese tipo de
fenómenos se convirtió en una especie de místico: al desglosar la
naturaleza de las fronteras de la realidad hizo posible saber lo que
piensan los demás o poder soñar lo que sucederá la próxima semana. De
esta manera, cambia por completo nuestra percepción de las relaciones
humanas.
Dentro de este tipo de investigaciones
quizá las más interesantes son las que giran en torno a los sueños. Los
investigadores del Centro de Investigaciones de Sueños en Brooklyn,
encontraron en las décadas de los sesenta y setenta pruebas que
confirmaban la existencia de actividades telepáticas. A partir de esos
descubrimientos, en los años ochenta, la Asociación Internacional de
Investigaciones de Sueños estableció un concurso de telepatía, que se
celebra hasta la fecha, y la persona que adivine el blanco durante
mientras duerme, gana un premio. Las investigaciones están a un nivel
que permite a las personas jugar con telepatía, pero el público jamás se
entera porque los medios no cubren esto. Trabajar con sueños lúcidos
realmente cambia la percepción de las cosas cotidianas.

Imagen: David Chaim Smith, The Blazing Dew of Stars
A: Para concluir: al hablar de David
Chaim Smith, mencionaste el papel del artista en todo esto: ellos crean
metáforas o imágenes en las que podemos ver y entender cómo las cosas
forman parte del todo, la entereza implícita del mundo. Quizá éste es el
papel del artista: vínculo con lo místico, una especie de sacerdote que
sirve como un puente entre mundos diferentes, así como Borges creó el
Aleph. Este tipo de metáfora también se da en ámbitos científicos, por
ejemplo David Bohm y el holograma como una metáfora que explica la
infraestructura del universo, la idea de que en una sola partícula se
puede ver todo el universo. La idea central es que cada pedazo de
información contiene al mundo entero, que creo es el deseo más ferviente
del artista: explorar los reinos del misticismo al tiempo que se
expresan como individuos. Para crear una obra recurren al poder de la
metáfora, de los símbolos y de las imágenes. Me recuerda al verso de
William Blake: “Ver un mundo en un grano de arena”.
D: Exactamente, creo que este aspecto,
la idea del lenguaje poético, es central en el trabajo de David. Para
él, la poesía realmente es una de las formas más acertadas para
describir la realidad porque trabaja con la relación entre una parte y
el todo. Es una de las únicas maneras en las que se pueden ver las
cosas, es decir, como apuntan las investigaciones científicas en el
campo, la poesía es el medio a través del cual se pueden expresar estas
ideas sin desencadenar ideas racionalistas, porque existe en un nivel
diferente. En todas las tradiciones del mundo el arte crea una especie
de explosión de asombro, de realización, es una flama en el fuego del
universo. El trabajo de personas como Blake o Smith son pruebas
tangibles de que estas cosas pueden suceder. Lo que muchas personas han
dicho sobre el trabajo de Smith es que se parece a los dibujos
alquímicos del Renacimiento, esto se debe a que opera al mismo nivel que
los antiguos alquimistas. Él trabaja con los mismos símbolos y obtiene
resultados con ellos. Su trabajo no se parece a esos dibujos porque los
ha visto y los imita, se parece porque trabaja dentro de la misma
tradición. Las personas se sorprenden al ver el trabajo de Smith porque
ha pasado muchísimo tiempo desde que estas ideas aparecieron por última
vez. Pocas personas están dispuestas a someterse al arduo proceso que
toma acceder a esos niveles de conciencia. La gente se sorprende al ver
que el trabajo de Smith logra mapear estos diferentes estados, y su
trabajo abre los ojos de los espectadores porque se dan cuenta que es
realmente muy preciso. Entienden en cierto nivel que son imágenes de la
realidad. El mejor arte contiene un elemento real, aunque sea una
descripción poética de algo. Borges era muy bueno haciendo esto, era
capaz de presentar estas experiencias y situaciones mundanas, y les
extraía los elementos gnósticos. Uno de los aspectos más interesantes
del Aleph, de la letra en sí, es que el ideograma de “aleph”
contiene las letras con las cuales se compone el nombre de Jehovah,
“aleph” tiene las bases para el nombre de Dios, el tetragrammaton.
Además, “aleph” se puede adaptar a todas las letras del mismo alfabeto,
de manera que todas las letras están formadas por “aleph”, y así podemos
hablar de que la naturaleza intrínseca de todo el mundo está en una
letra. El árabe comparte esta particularidad, una de las enseñanzas de
un maestro sufí es que el punto que diferencia la vocal lleva a Dios. De
manera que dentro de estos aspectos lingüísticos, sistemas basados en
la imagen, hay también mapas místicos y meditativos. El arte nos permite
alcanzar estos estados, de nuevo reflejando la noción de que a partir
de un fragmento se puede discernir el todo. Este aspecto se da también
en la naturaleza, una hoja cayendo tiene muchas connotaciones que
reflejan la realidad, y esa sola hoja, su crecimiento se basa en el
número áureo, así que si ves un árbol estás viendo el número áureo, la
hoja nos habla del mundo, de la geometría sagrada. Lo que hace el arte
es darnos un medio al que podemos acceder cómodamente estando fuera de
la naturaleza. Es como una especie de truco, en donde la poesía presenta
cosas que ya hemos visto pero de una manera sorprendente, para poder
verlo en realidad.
A: Es una forma de recordarnos que el
mundo está hecho de lenguaje, esto abre la posibilidad de crear con el
lenguaje, y también nos motiva a leer el texto del mundo, el lenguaje de
la naturaleza, el libro de la vida, buscar fractales en diferentes
cosas, tratar de articular las letras que son imágenes, números, que se
desdoblan en todas direcciones, pero que siempre están conectadas. Este
es el papel del artista: ayudarnos a entender el lenguaje incrustado en
el mundo, y es místico también. Es hermoso poder pensar que estamos
hechos de lenguaje, las estrellas son letras, mientras que nuestras
células y átomos también son código.
fuente: pijamasurf
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