El fotomontaje Mars: Adrift on the Hourglass Sea, comisionado
por la NASA, es una exploración estética de un vasto período de tiempo
en el planeta rojo en el que nace una nueva civilización sobre las
extrañas ruinas de otra.
Después de ver la serie lunar Apollo Prophecies de
los artistas Nicholas Kahn y Richard Selesnick, la NASA se acercó a
ellos para proponerles que para su próxima obra dirigieran su atención a
Marte. El resultado es una serie de paisajes de ciencia ficción en el
planeta rojo que imaginan el asentamiento de una nueva civilización. Los
fotomontajes de Kahn y Selesnick muestran elegantes y surrealistas
ruinas y a un par de estóicas mujeres dando a luz en trajes espaciales.
“Richard y yo hemos jugado estos juegos
desde que íbamos a la escuela juntos, desde que teníamos como 11 años.
Creamos estos universos alternativos y tratamos de hacerlos reales para
el otro. Nos encanta ir del pasado al futuro. No somos muy buenos con el
presente”, dice Kahn
El vocero de prensa de la NASA Bert
Ulrich les mostró las imágenes panorámicas de Spirit y Opportunity, las
cuales fueron suficientes para encender su mecha creativa. Lo que en un
principio fue una sola imagen panorámica tomada por un robot terminó
siendo Mars: Adrift on the Hourglass Sea, una reflexión fantástica sobre el paso del tiempo y la gestación (y posibe destrucción) de un nuevo mundo.
Los fotomontajes se basan una tercer
parte las imágenes enviadas por los robots exploradores, para el resto
de la imagen Kahn y Slesnick buscaron paisajes terrestres que podrían
llegar a pasar por marcianos. Fotografíaron la región de Pyramid Lake
en Nevada y las dunas de arena y roca roja de Utah. La otra parte de las
imágenes fue el trabajo de crear escenas inspiradas en la ciencia
ficción y en ideas como las Alexandra David Neal, la gran estudiosa del
Tibet, sobre la materialización de objetos a través de la mente.
Siendo el escenario Marte, el dios de la guerra, los paisajes evocan la
caida de un imperio (un imperio romano sideral), al mismo tiempo que
las mujeres parecen estar sembrando una nueva civilización.
“Nos interesa dar al espectador la
impresión de un vasto período de tiempo geológico. Una especie de
historia detectivesca geológica”,dice Selesnick. Y es cierto, las
imágenes evocan tanto pasado remoto como un evento futuro. O acaso un
tiempo circular en el que grandes civilizaciones surgen y se desploman
como la arena en un reloj.
El aspecto bélico de Marte, que también
se encuentra en la Tierra como una corriente de sangre y testosterona,
es contrarrestado por el idilio de Kahn y Selesnick. “Creo que la Tierra
no estaría en un camino hacia la destrucción si fuera regida por
mujeres. Así que decidimos darle a Marte un poco de esperanza al enviar a
dos mujeres que no necesariamente tuvieran como objetivo principal
conquistar y extraer sus minerales y que una nueva vida para este
planeta mortecino sería representado por estas dos mujeres y su hijo
concebido sin un hombre involucrado. Le daba un aspecto utópico en medio
del aspecto sombrío post-colonia de un imperio arruinado que le dimos
también –así que fue una especie de dulce contrapeso”, dijo Kahn.
No hay comentarios:
Publicar un comentario