Parece que una nueva teoría llamada litopanspermia podría
cambiar el rumbo de las teorías sobre el origen de la vida,
especialmente la de la panspermia.
En la escena inicial de Prometheus,
el último largometraje de Ridley Scott, un ingeniero alienígena es
visto sembrando vida en el planeta Tierra, pero un proceso gravitacional
recientemente descubierto, llamado “transferencia débil”, indica que
todo podría haber sucedido de manera opuesta, por lo que científicos
plantean la posibilidad de que nuestro planeta haya sembrado vida en
otras partes del cosmos.
La teoría de la
litopanspermia plantea que la vida se pudo repartir por el universo a
través de fragmentos provenientes de explosiones volcánicas y de
colisiones asteroides.
Anteriormente los científicos
planteaban que la probabilidad de que objetos fuesen atrapados por
otros planeta era nula, pero tras el descubrimiento de la transferencia
débil, esta idea se ha desvanecido, afirmando que es posible que
fragmentos se hayan alejado poco a poco de una órbita para pasar a
otra.
Aunque los investigadores de
la Universidad Princeton, Universidad de Arizona y el Centro de
Astrobiología en España, plantean un escenario en el que esto sí es
plausible, al mismo tiempo indican que la única vez que esto pudo haber
sucedido fue entre 164 millones a 288 millones de años después de la
formación del sistema solar.
Según la investigadora Amaya
Moro-Martín, hay dos requisitos fundamentales para que la transferencia
débil suceda: en primer lugar, los sistemas planetarios implicados deben
contener una planeta masivo que capture el meteoro que pase por la
frontera de gravedad débil (que sería Júpiter). En segundo, ambos
sistemas deben tener velocidades bajas. El planeta Tierra cumple con
estos dos requisitos.
Para demostrar la viabilidad
de sus modelos, los investigadores simularon 5 millones de trayectorias
entre un sistema planetario sencillo (con 4,300 estrellas) y tres
condiciones distintas relacionadas a la masa. Los resultados mostraron
que las posibilidades de que una estrella capturara fragmentos de otro
sistema planetario bajo estas circunstancias variaba entre un 5% y un
15%; anteriormente este fenómeno era mil millones de veces menos
probable.
Sorprendentemente los
investigadores también calcularon la cantidad de materia sólida que pudo
haber sido intercambiada entre nuestro sistema solar y los planetas más
cercanos. Los científicos concluyeron que la cantidad oscila entre 100
mil millones y 30 mil millones de fragmentos de más de 10 kilogramos de
peso. Además, sus cálculos revelan que unos 200 mil millones de rocas
terrestres pudieron haber sido arrojadas hacia otros sistemas estelares,
mismas que pudieron haber contenido microbios.
En total, los investigadores
especulan que alrededor de 300 millones de eventos relacionados a la
litopanspermia pudieron haber ocurrido entre nuestro sistema solar y
nuestros planetas más cercanos.
Te recomiendo ampliamente el sig libro:
ResponderEliminarHistoria Secreta de LauraKnight
ok... gracias ; )
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